

Hoy me asomo a ti.
Miro de frente
a tus luchas,
a tus demonios,
a tus placeres,
a tus complejos,
a tus miedos,
a tus evitaciones,
a tus atropellos,
a tus heridas,
a tus pérdidas,
a tus riesgos
a tus adicciones...
A tu honestidad.
A tu camino,
a tu cuerpo.
A lo que conoces
y a lo que desconoces.
A tus sombras,
a tu luz.
Me asomo a cada recoveco
de ti.
Y te doy las gracias.